Hoy me he propuesto empezar a estudiar para Selectividad, y en ello estaba, no creáis que no me lo tomo en serio. Y me he acordado de una cosa.
¿Os acordáis de que no me gusta el fútbol pero que, desde hace unas semanas, me emociono, salto, brindo, brinco, bebo a la voz de 'uuuuuuy' o en las mejores ocasiones 'gooool'? ¿Os acordáis, verdad?
Sí, cada día soy de un equipo distinto, y muchas veces celebro goles que no quiero solo por dejarme llevar. O porque estoy de espaldas a la televisión ya que hay veces 'que no lo pueo ni ve'.
En fin, que estaba bajándome las brag.. digo, estaba bajándome los exámenes de Selectividad del año pasado y me acordé de un artículo macanudo que me pusieron, solo sé que me encantó, que luego en el resumen yo me flipé y me parece que terminé la historia con: 'El patio del recreo es una jungla'. Desde luego que suspendí, pero creo que casi me aprueba (debía de ser un cachondo el señor corrector).
Os copio y pego con amor:
En ocasiones especiales, como la del miércoles, mi familia y yo, para no sentirnos desplazados, fingimos que nos gusta el fútbol. Así que nos dispusimos a ver el Barça-Arsenal con unción religiosa (anteayer quedó demostrado que, como se ha dicho tantas veces, el fútbol es la religión, y quizá el opio, del siglo XXI). Vino también el novio de mi hija mayor, un chico estupendo, muy cariñoso y complaciente, que, sin necesidad de que se le diera ninguna indicación, fingió, para crear un poco de controversia, que iba con el Arsenal: todos los demás habíamos apostado por el equipo de Rijkaard. A los pocos minutos de que comenzara el encuentro, observé disimuladamente a mi familia y me emocionó verla tan unida en torno al televisor (de plasma y pantalla plana). Sólo el rezo del rosario, hace años, creaba vínculos tan sólidos.
En un momento, con la excusa de ir al baño, me asomé a la ventana del patio interior y se me erizó el vello al comprobar el silencio general del bloque, interrumpido únicamente por la voz eléctrica del oficiante. Me hizo sentir muy bien saber que yo formaba parte de aquel silencio general, que pertenecía a alguien o a algo que estaba más allá de los tabiques de mi casa. Cuando volví, mi yerno, que administra muy bien los tópicos, dijo que, mientras uno de los dos equipos no marcara, el partido resultaría aburrido. Por mi parte, cuando el Arsenal se quedó con 10 jugadores, aseguré que con 10 se juega mejor que con 11 (ventajas de haber leído a Gonzalo Suárez). Mi mujer señaló entonces que el Barça estaba haciendo un juego muy estático, asombrándonos a todos con su aparente erudición. Cuando el Arsenal marcó, mi yerno nos acompañó en el sentimiento y abrimos otra cerveza.
A los 15 minutos del segundo tiempo, apunté en tono reflexivo que si no se producía un empate enseguida, el partido perdería gas. Después comencé a prestar atención a los detalles laterales y comprendí, como en una revelación, por qué llamamos al Barça el equipo azulgrana. Luego todo se enderezó de súbito y ganamos. Lo curioso es que la alegría de mi familia y la tristeza de mi yerno parecían verdaderas. Me pregunté si nos habíamos convertido.
EL PAIS, 19-V-2006. Conversiones. Juan José Millas.
A lo mejor si se lo proponemos quiere ser de Bandajena...
martes, 24 de marzo de 2009
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9 comentarios:
Le sobran detalles cultos para entrar en bandajena.
Pero todo sea proponer
o poner
Amor. (sí sí la del trabuco)
Ya te digo que sí es culto... Yo todavía no sé por qué le llaman al Barcelona, equipo azulgrana...
...muy fácil, porque tienen los granos azules, por eso son azulgranas.
No puede ser bandajeno así tan fácilmente, pero podemos proponérselo para tener un aspirante más...
ju ju!
(quiero que sea viernes)
Yo conocí a un tipo que era raro hasta en el nombre (Siro se llamaba, como las galletas). Este chaval, natural de Soria, se vino a hacer los Madriles, se compró una buhardilla en Alcorcón y monto una tiendecilla de informática.
Odiaba el fútbol, amante de la naturaleza, anti-masas y anti-gregario cien por cien.
A los dos años de vivir en la Capital, todas las mañanas antes de abrir su tiendecita de informática se desayunaba en el bar de al lado un café con el Marca y el As.
Había descubierto que su vida social se cimentaba en su conocimiento de los fichajes, puntos en liga, situación en Champions, el último arbitro operado de cataratas,...
Cuando se dio cuenta de su situación, de que tenía que prescindir de sus principios para poder tener una conversación humano-mundano con el cartero o el repartidor de SEUR, vendió su buhardilla y su tiendecita y se volvió a Soria. Puede que también influyera el que se enterase de que su novia tenía más vida social que el (y no tenía ni pajolera idea de fútbol) ya que se andaba tirando a medio Alcorcón.
Lo sentimos por Siro.
voy a tener que empezar a leer el Marca... ojú!
¿Pero qué demonios ha pasado en el blog???
¡¡¡Madre mía de mi vida!!! ojú por dioz!
qué nivelazo! me encanta este cambio, esto es clase!
¿mola o no mola?
¡qué profesionalidad! ¡qué orgullo!
..si es que hasta tenemos ritmo!
Cacho caché, menuda plantillaca guapa que 'sus habeis agenciao'
a mi no me gusta.
puag
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